Wilmar Valencia: “La realidad del fútbol es la realidad de nuestro país”
- El Mortero

- 17 abr 2018
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Hoy los equipos peruanos no pasan por un buen momento en los torneos internacionales. En esta entrevista Wilmar Valencia, exjugador peruano y ahora técnico de fútbol, analiza algunas de los factores de esta crisis y si quieres saber algo más del popular ‘Bam-bam” lee esta entrevista.
Entrevista: Luis Chumberiza
Una casa muy amplia, su hija nos abre la puerta y nos hace pasar hasta el mini estudio, así es como él lo llama, a su sala donde recibe las visitas. Allí es donde tiene solo fotos de la familia, pero, como buen aliancista que es, algo del club tenía que tener. Un cuadro del “Día del hincha blanquiazul” es lo único que adorna su sala y nos cuenta que es lo más significativo que tiene del club íntimo. Lo encontramos mirando “90 minutos de fútbol”. Nos recibe con un fuerte apretón de manos, nos invita algo de tomar y la sesión empieza

¿Cómo llega Wilmar Valencia a jugar en primera división?
Fue de casualidad, no era algo que tenía en mente como idea o sueño. Soy de Camaná, lugar donde termine mis estudios secundarios, luego por estudios superiores tuve que viajar a Tacna, ingrese a la universidad nacional de esta provincia para el programa de agronomía y jugando por los cachimbos fue que me observaron y me convocaron para la selección de la universidad, la cual más adelante hizo una partido contra el club Coronel Bolognesi, que en ese entonces jugaba en primera división en el año 79’, y se convertiría en mi próximo equipo. A partir de pasar una secuencia de pruebas en dicho club es que me invitaron a ser parte del equipo profesional, donde fueron mis inicios como jugador en marzo de 1979, tiempo en el que debuto.
¿Qué sensación tuvo al debutar en primera división con el club Bolognesi?
Los nervios se alteran, pero, después la felicidad y la satisfacción de jugar a nivel profesional con jugadores que uno lo juntaba en figuritas o los veía en los periódicos o televisión, te embarcan. Fue una sensación muy linda, muy agradable, de mucha felicidad, y esto se extendía hasta la familia que veían lograrse a uno en una carrera como lo es el fútbol.
Para jugar al fútbol hay que hacer muchos sacrificios, ¿Qué cosas tuvo que dejar de lado para seguir esta carrera?
El fútbol te lleva a que dejes muchas cosas de lado, pero cuando te gusta y lo haces con ganas no lo veo como sacrificio. Creo que si lo haces con placer, es algo que te agrada y aparte de ello tienes una remuneración, no lo veía como sacrificio si no como un esfuerzo. Dejas muchos amigos, los míos estaban en Camaná al igual que mi familia, lo único que hacía era jugar fútbol y estudiar. Los fines de semana eran distintos, en vez de estar con los amigos estabas concentrando, pero siempre disfruté mucho de lo que hacía, no me afectaba nada en mi labor.
Uno como futbolista siempre quiere crecer y jugar por equipos grandes como Alianza Lima, Universitario, Sporting Cristal o salir al extranjero ¿La meta de usted era quedarse a jugar a Bolognesi o migrar a algunos de estos equipos?
Cuando me asenté como titular en el Bolognesi, mis aspiraciones, ilusiones y sueños eran otros. Jugando por el Bolognesi tuve la suerte de representar al Perú en la sub-20 para un torneo sudamericano en Ecuador en el año 80’. Entonces, ese tipo de circunstancias te llevaban a ilusionarte e ir incrementando otros sueños. En mi casa hemos sido siempre hinchas de Alianza Lima, en ese caso siempre se prendía esa ilusión de jugar en algún momento por el equipo de la familia y fueron uno de los sueños que se cumplieron después de jugar 4 años por el Bolognesi, de poder ser contratado por el club ‘intimo’, como también jugar por la selección peruana y son sueños que poco a poco uno se los va trazando y los va logrando. Esa es la satisfacción y la felicidad más grande.
Gabriel y Diego Milito, Yaya y Kolo Toure, son algunas parejas de hermanos que han logrado jugar juntos, ¿Qué se siente formar parte de ese pequeño grupo que han tenido la suerte de tener como compañero de juego al hermano y ni más ni menos defendiendo al club del cual es hincha?
Jugar al lado de mi hermano, Marco Antonio Valencia, ha sido uno de mi grandes sueños, felicidades y satisfacciones que me ha dado el fútbol. Jugar cinco años junto con mi hermano, me ha dejado una buena sensación antes de mi retiro. Si bien es cierto la diferencia de edades es notoria, soy diez años mayor que Marco, pero a partir del año 90’ que es cuando se inicia en el fútbol profesional, tuvimos la suerte de jugar 4 años juntos, y lo disfruté al máximo.
¿Que tanto le ha marcado jugar en Alianza Lima?
Mucho porque soy hincha del club y me ha dado la posibilidad de jugar con mis ídolos, he tenido la fortuna de jugar con Teofilo Cubillas, Cesar Cueto, Guillermo La Rosa, Javier Castillo, Gonzales Ganoza, con todos los potrillos que se fueron, estuve 5 años con ellos antes que ocurra la tragedia. Como también lo hice con mi hermano y la verdad he tenido mucha fortuna de jugar con algunos de los potrillos como Escobar, Bustamante, Casanova, Cavero, Johnny Watson, ‘pechito’ Farfán, Daniel Reyes, Sussoni, José Mendoza, William León, grandes jugadores con una gran proyección y gente que vivía la vida llena de alegría y además la disfrutaba, y el día a día en Alianza era muy especial.
El vínculo que usted tiene con Alianza y por todo lo que ha pasado es muy fuerte ¿Qué tan doloroso fue el día 8 de diciembre de 1987 que es cuando ocurre el accidente del Fokker?
Fue de lo que vivo en el fútbol, lo más duro. En mi vida he tenido golpes muy duros como la partida de mis padres, pero, lo que viví ese día fue doloroso. Todos los 8 de diciembre, desde que ocurrió el accidente, siempre estoy en la misa, orando por ellos y pidiéndoles que intercedan por nosotros, como te comenté logré jugar 5 años con ellos pero por una suspensión del club no logré viajar con el equipo es por ello que ahora estoy conversando contigo, dicen que el destino está marcado pero dios en ese momento no quiso llevarme todavía.
Si bien ha pasado por malos y buenos momentos con alianza, como buen hincha que es, lo clásicos no pueden pasar desapercibido, en su historial cuenta con más de 32 clásicos jugados, el primero lo hace 1983 ¿Cómo vivió ese primer clásico?
Exacto justo es en ese año que yo llego al cuadro ‘intimo’ pero se vivía distinto. El ambiente era otro, la prensa se manejaba de otra manera en relación a ese partido, la preparación de los jugadores era diferente, se trataba de comer distinto, descansar más, entrenar más fuerte para llegar mejor a ese partido. Si un equipo venía mejor que el otro, ese era un partido aparte. En las tribunas y en las calles se vivía otro ambiente. Cuando caminabas por La Victoria, te decían: hay que ganar el domingo, hay que ganar el clásico. Muchas veces, al margen de ganar un campeonato, era ganar un clásico. Se han tenido momentos malos y buenos en los clásico, pero, los que más recuerdo son los del 86’ y 87’, cuando nos dirigía el profesor Waldir Pereyra más conocido como ‘Didí’, ese año ganamos todos los clásicos con una diferencia bastante notoria, y también hubieron malos resultados pero de esos no tengo recuerdos(Risas).
Ahora cuando se aproximan los clásicos ya no se viven con mucha intensidad ¿Por qué cree que en ese caso la euforia de estos partidos se ha ido perdiendo?
Antes los que defendían las camisetas de Alianza y la “U” eran hinchas de estos equipos. Entonces esto te llevaba a la cancha con una pasión distinta, con un amor distinto y defendías la camiseta de una manera diferente. Hoy en día el tema económico ha influenciado mucho en el fútbol profesional, ya no hay tanta identidad en los jugadores con sus clubes e instituciones, ahora hay algo ligado a lo material. Lo fundamental era que en ese entonces, el amor y la pasión que sentía cada uno por defender su camiseta en esos momentos era al tope.
Usted ha tenido la oportunidad de cumplir dos facetas con el club de sus amores, tanto como director técnico y jugador ¿Con cuál de las dos facetas se queda?
Me quedo con la de jugador, porque disfrutas más y no tienes esa responsabilidad que tiene el entrenador que es mucha, ya que tienes que tener una preparación distinta y una preocupación al máximo. En cambio como jugador uno iba y trataba de prepararse lo mejor posible y disfrutar a que llegue el día sábado o domingo para dar lo mejor de sí.
Por su mente pasaba llegar a ser algún día director técnico del club victoriano...
No, mientras era jugador no tenía pensado en ser entrenador, veía sufrir y envejecer tanto a los entrenadores que realmente no me llamaba la atención, pero después en el año 93’ y 94’ que fueron los últimos años de mi carrera, hubieron compañeros y técnicos que me persuadieron por mis cualidades y mis características que sería un buen entrenador, me apoyaron para hacer algunos cursos a nivel internacional y en el año 95’ es que comienzo hacer mis cursos y gracias a Oscar Wirth, era un arquero chileno que en el 94’ defendía al cuadro ‘blanquiazul’ y considero un gran amigo chileno que hasta ahora tenemos una gran amistad, Miguel Arroé fue uno de los me apoyó mucho y un periodista, Miguel Humberto Aguirre, me dieron el respaldo para poder hacer la carrera de técnico, en la cual me siento muy contento por lo que soy como técnico y porque día a día vengo creciendo.
Usted ha sido entrenador de clubes como Alianza Lima, Sporting Cristal, Juan Aurich, equipos peruanos que mayormente han jugado torneos internacionales tanto como libertadores y sudamericana ¿Por qué cree que el rendimiento en estos torneos lo de los clubes peruanos es bajo?
Es muy esporádico hablar del logró de Cienciano en la sudamericana del 2003, después el último fue Real Garcilaso que llego en el 2013 hasta cuartos de final en la libertadores, y esto se debe a que el Perú dentro de lo que es el fútbol se ha estancado y no ha crecido como han crecido otros países en muchos aspectos, sobre todo en las áreas que enmarcan el entorno del fútbol profesional. Se preocupa mucho el tema físico, el aspecto técnico pero no el tema mental que es tan valioso e importante. Los directores técnicos en otros países trabajan con asistente social, nutricionista, psicólogos, acá somos muy reacios a ello, si bien es cierto, estamos en boca de todo el mundo con la clasificación al mundial de Rusia, vemos que a nivel de equipos en torneos internacionales seguimos en lo mismo. Espero que esta clasificación al mundial nos sirva para mejorar en nuestro sistema, nuestra estructuras del fútbol peruano, que haya proyectos y procesos en el trabajo de menores a mediano y largo plazo que nos permitan tener mañana o más tarde gente mejor preparada y que podamos a nivel internacional ir a competir.
La Conmebol lanzó estadísticas que no dejan muy bien parado al fútbol peruano, este año, fuimos el primer lugar de los países con más eliminados en estos torneos, de los 8 participantes solo quedan 3 y además somos uno de los 4 países que nunca ha ganado una libertadores ¿Qué opinión tiene al respecto?
Esto es una realidad de nuestro fútbol de los últimos años y lo muestra el nivel internacional a nivel sudamericano y es un indicativo que está trabajando mal. A nivel de menores, no hay una capacitación, ni una preparación de los técnicos a los profesionales como corresponde, no hay una infraestructura apropiada, hay muchos campos de material sintético que es más un tema de negocio o comercial pero no es bueno para la formación de un futbolista profesional. Y para esto tiene que participar el gobierno, la federación en el tema de capacitación. Acá nosotros para poder capacitarnos ha sido por nuestros propios medios. Esperemos que esta clasificación ayude que todo esto termine y que más tarde un equipo peruano este peleando una sudamericana o una libertadores que sería muy lindo.
¿La administración de los clubes es un factor para que los clubes no tengan un buen papel en estos torneos?
Los clubes en otros países son sociedades anónimas y son bien manejados, siempre terminan con un buen activo dentro de sus cajas, en cambio acá la mayoría lo manejan socios y directivas que no tienen la preparación necesaria para poder manejar una institución futbolística, pero, la realidad de nuestro fútbol es la realidad de nuestro país, el fútbol no puede ser una isla de nuestra sociedad. Si bien es cierto, todos estos problemas son sicosociales, no puede escapar porque encontramos jugadores de niveles socioeconómicos bajos, con un nivel cultural y académico bastante pobre, y eso en el fútbol hoy en día implica mucho, porque para el fútbol se necesita una gran inteligencia para la toma de decisiones y en eso hay que incentivar. El nivel académico es determinante e influyente, las grandes potencias en el futbol tienen una gran diferencia en ese sentido. Mientras no mejoremos esos aspectos, vamos a seguir quizás en lo mismo.
¿Este problema puede ser que pase porque en muchos equipos no se les da cabida a los más chicos y siempre piensan más en contrataciones? En la última pre-libertadores, Universitario de Deportes utilizó muchos chicos y se vio un buen juego, pero un fallo les costó la clasificación, utilizar a las canteras puede ser una buena opción para terminar con este problema.
En el fútbol peruano hay mucha gente que vive del fútbol y trabajar con gente joven no les conviene porque el movimiento económico no es el mismo que contratar a jugadores del extranjero, donde si hay un movimiento económico fuerte que a ellos les permite sacar lo que quieren o lo que buscan. Universitario si bien utiliza a jugadores jóvenes es por el problema que pasan ellos como institución y no por política futbolística. Ahora estos chicos tienen que asumir responsabilidades que no les corresponde, entonces muchas veces la presión los agobia es por eso que padecen para poder ganar un partido en el campeonato. Hay que saber llevar a los más chicos, ejemplo de ello es De La Cruz, joven que aparecía en los primeros partidos del equipo crema y lo iban pintando como un futuro crack pero ahora no aparece ni en la lista de titulares.
¿Usted cree que algún equipo peruano pueda ponerse a la altura de equipos como Boca Junior, River Plate, Sao paulo o Atlético Nacional?
Imposible que pase eso porque estos equipos se manejan de otra manera, se utiliza los nombres para que sirvan como marca y esto hace que el club tenga buenos ingresos económicos que hace que el equipo crezca y se les dan buenas comodidades a los jugadores, es por ello que estos equipos logran quedar en los primeros puestos. En caso de Boca Junior, puedes observar en Casa Amarilla, lugar donde entrenan los menores, tú vas a encontrar 15 canchas A1 para los más chicos y adolescentes que pertenece a la división de menores de Boca; River y Atlético Nacional igual, entonces estamos hablando de temas totalmente distintos. Acá puedes ver que muchos equipos no tienen donde entrenar, muchos de estos tienen que hacer convenios con municipalidades, tienen deudas atrasadas, muchas veces no se juega porque algunos equipos no tienen localía, como le paso a UTC que no jugó la primera fecha y perdió los 3 primeros puntos. Hay una serie de factores que no te ayudan a crecer ni a desarrollarte, por eso el fútbol peruano está hecho un desastre.




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